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“En Mendoza, el cambio climático se va a reflejar en la disponibilidad del recurso hídrico”


López es hidrólogo especialista en WEAP (Water Evaluation and Planing System), la herramienta que Irrigación está utilizando para analizar y modelar la información hidrológica proveniente de las cuencas de Mendoza, a fin de desarrollar el Balance Hídrico. Cómo erudito en la temática, el mexicano que ejerce su profesión en Estados Unidos, asegura la necesidad que tiene Mendoza de contar con un Balance Hídrico, a fin de poder prever consecuencias frente al cambio climático, que según su percepción, ya es visible; para saber dónde estamos parados y hacia dónde tenemos que ir, a fin de gestionar nuestro recurso de manera integral y planificada.

Francisco coméntenos qué está haciendo en nuestra provincia.

Vengo desde California (EE.UU), del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, dedicado a la investigación cuyo objetivo es ligar ciencia con la toma de decisiones en diferentes aspectos. En este caso específico, nuestro objeto es el agua. La idea es desarrollar ciencia y conocimiento para ligar estos resultados a la toma de decisiones. Lo que estamos haciendo en Mendoza con el DGI es apoyo al desarrollo del Balance Hídrico para Mendoza. Para ello se está utilizando un modelo de gestión integral de recursos hídricos, que es el modelo WEAP, y le estamos dando apoyo al personal de DGI para la implementación de este modelo con la finalidad de identificar este Balance hídrico y de algún modo saber dónde están y hacia donde tienen que ir.

-A partir de la información con la que cuenta el DGI para organizar estos balances qué ha notado, ¿se está en el buen camino?

-Definitivamente el avance y el modelo son significativos. Como todo modelo hay que detallarlo, no se define hasta cierto momento cuándo hay que parar. Desde un punto de vista técnico y científico un modelo nunca estaría perfecto, pero a lo que voy es a que el avance es significativo. Estamos apoyando para detallar ciertos aspectos necesarios para tener una mejor representación del sistema.

-¿En qué medida el Balance Hídrico le va a ayudar a Mendoza, teniendo en cuenta que transcurrimos el 5º año consecutivo de Emergencia Hídrica?

-Eso es algo muy importante, la forma en cómo este modelo va ayudar a Mendoza, es precisamente para identificar qué es lo que no está del todo bien, de esa manera se puede tener un conocimiento más real de la situación, tal cual está sucediendo ahora, e identificar los puntos en los cuales hay flexibilidad y margen para que precisamente en temporadas de crisis como ahora se puedan hacer los ajustes necesarios para poder tener una mayor disponibilidad de recursos en el futuro.Todas las ciudades de todo el mundo están cambiando*, están evolucionando, y es necesario saber hacia dónde se va e identificar problemas potenciales para poder trabajar ahora y no esperar a que esos problemas sean grandes, lo que necesitamos es prevenir.

-¿Qué opina sobre el cambio climático? ¿Cómo afecta a la disponibilidad de agua?

-El cambio climático está sucediendo. Ya hay signos a nivel mundial de que está sucediendo. Son cambios muy rápidos, y existen lugares en los cuales las condiciones van a ser más adversas. Específicamente en Argentina,en la región de Mendoza, el cambio climático se va a ver reflejado en la disponibilidad del recurso hídrico. El derretimiento de nieve es un primer punto, el siguiente punto es de algún modo el retroceso de glaciares que se traduce en una menor disponibilidad del recurso. Estos aspectos pueden ser identificados con cierta facilidad, desde allí hay un punto de consecuencias, más difícil de inferir en cómo estos cambios van a afectar, pero en sí el problema radica en que la disponibilidad va a ser menor a la que se ha tenido históricamente.

-Además de contar con un Balance Hídrico para prevenir, ¿qué otras herramientas son necesarias para poder afrontar el cambio climático?

Concientización y educación para todos, no solo para las instituciones que manejan el recurso o que tienen que enfrentar los problemas por el cambio climático. Este es un problema de todos y la solución está en todos. Desde un nivel de toma de decisiones a través de gobiernos federales hasta niveles individuales de ciudadanos comunes como nosotros. Hay que tener una concientización mayor en nuestros usos para aminorar los efectos del cambio climático. Específicamente agua, empecemos a usar un poco menos de agua de la que estamos acostumbrados a usar. Eso puede generar cambios significativos.

-El problema del agua es un problema global, ¿qué está pasando en otras partes del mundo?

-Muy similar a lo que ocurre aquí, yo vengo de California donde el problema del agua es mucho mayor. Se están tomando medidas necesarias para tratar de aminorar estos efectos negativos. Los momentos para poder reaccionar frente a este tipo de situaciones llevan mucho más tiempo, y los cambios suceden más rápido. El nivel de estrés que provoca hace que la situación sea crítica y las medidas que se toman no tienen una respuesta inmediata como uno quisiera. Pero bueno, lo más importante es pensar a futuro. Yo nací en México, mi papa es agricultor y también de igual forma el cambio climático está afectando la agricultura en México. La gente común y corriente, campesinos y agricultores se dan cuenta de que el clima al que estaban acostumbrados ya no se comporta como solía ser hace 30 o 50 años atrás.

¿En California realizan Balances Hídricos periódicamente?

-Sí, el Departamento de Recursos Hídricos del estado de California tienen un plan del manejo de agua que lo realiza cada 5 años, para estudiar las condiciones actuales y proyectarse en los siguientes 5 años. Para saber qué se tiene que hacer e identificar las decisiones que favorezcan la satisfacción de la demanda del recurso para los diferentes usuarios. La herramienta que se utiliza es el modelo WEAP.

-¿Qué beneficios les ha otorgado utilizar esta herramienta?

-Muchísimos, gracias a su uso sabemos a dónde ir y que decisiones tomar, también podemos saber los efectos negativos que se tienen. Si se producirá menos agua para la agricultura, el sector agrícola se va a ver reducido, habrá menor producción y por lo tanto habrá menor ingreso o beneficio del sector. Esto tiene implicancias a nivel estatal y a nivel local. Desde un punto de vista macro se puede conocer cómo es que esto está pasando para luego prever acciones.

-¿Cómo funciona el modelo WEAP?

-El modelo WEAP es un modelo que cuantifica todas las entradas de agua. Pensemos que puede ser un balde de agua en el cual se cuantifican todas las entradas y todas las salidas. Después de ello se determina cuánta agua queda en ese balde y que se va a hacer con esa agua. Si me quedan dos litros, ¿qué voy a hacer? Los puedo utilizar para comer, o para bañarme, o tal vez pueda dividirlo. De esto trata el modelo WEAP. Detrás de ello, además, existen ecuaciones, informaciones y relaciones que determinan cada uno de los componentes, que luego establecerán el requerimiento ideal de agua que se está obteniendo, pero como ya tienes tu balance y ya sabes cuánta agua está disponible, entonces podrás dividirlo de acuerdo a como consideres. Si son años buenos, años lluviosos, lo más seguro es que la satisfacción de esa demanda se cumpla, pero si no hay suficiente agua habrá un nivel de no satisfacción, entonces puedo deducir con cuánta agua voy a contar para cocinar. El modelo WEAP es una herramienta de planificación y gestión.

¿Qué papel juegan las aguas subterráneas en estos modelos y sistemas?

Hidrológicamente el agua se puede dividir en agua superficial y subterránea pero al final, es el mismo recurso y está envuelto dentro del ciclo hidrológico, del cual son dos componentes muy importantes. Lo más fácil es el agua superficial, porque la podemos medir, la podemos tocar, la podemos ver. El agua subterránea tiene un nivel más difícil de analizar, porque está en las profundidades y no sabemos a ciencia cierta cuáles son sus condiciones. Existe un desarrollo científico y matemático para poder estimar la situación del agua subterránea que es un elemento tan importante como el agua superficial. En algunos lugares, cuando se tiene abundancia de agua superficial uno ignora el agua subterránea, pero cuando el suministro superficial es reducido se empieza a tomar en cuenta esta segunda fuente de agua. Lo importante es que la tenemos ahí, la tenemos que cuidar, y asegurarnos de que esa agua este allí no solo hoy o mañana, si no siempre.

¿Qué nos queda para Mendoza de acá a veinte años, teniendo en cuenta el cambio climático?

-Es imposible predecir, pero lo importante es entender qué está pasando ahora, y en base a ello actuar, no esperar a que exista el problema casi sin solución para empezar a actuar, la clave es precisamente empezar ahora. Una forma concreta es contar con el Balance Hídrico.