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Charla con Héctor Moreno, creador de “Con el vino en la piel”


Para Héctor Moreno, la del primer fin de semana de marzo de 2017 será su  vendimia número 39, entre otras tantas departamentales. Como director es su tercera experiencia. Comenzó como bailarín, fue coreógrafo, solista. Conoce cada rasgo de esta inmensa responsabilidad.

Junto a la multitud de artistas que finalmente le darán cuerpo a las ideas de Moreno en el escenario del Frank Romero Day, el director comenzó a hablarnos de su amor por Vendimia. “Nuestra fiesta se llama Con el vino en la piel y la idea generadora de todo es mostrarle al mundo que somos un pueblo de artistas, por eso queremos homenajear a poetas, pintores y escultores. Gran parte de mi vida se la he dedicado al arte, a la Vendimia, es una pasión. Siento la Marcha de la Vendimia y me emociona”.

¿Qué le gustaría comunicar con la puesta en la fiesta, qué buscan transmitir?

Todos los directores tienen su forma de trabajar, su estilo propio. Yo he aprendido durante estos años, en los que he sido intérprete y director. Me gusta apuntar mucho a la emoción, ese punto de encuentro de la emoción y de la sensación.

Hay algo fundamental dentro de la fiesta: la imagen. La imagen tiene que ser impactante, para que uno se lleve una reflexión de lo que pasó. Una íntima reflexión.

Yo me emocionaba cuando estaba en la cabina de dirección de la fiesta del 2007 y veía que la gente se paraba. Eso que yo pedí llegó, por eso digo que apunto mucho con el tema de las emociones.

Me gusta generar sorpresa, dinámica, agilidad, colorido. Me encanta que la escenografía hable y cada una de las áreas de la Vendimia tenga fortaleza, que cada uno pueda decirme algo.

¿Qué innovaciones tendrá la fiesta?

Trato de que sea original. En los últimos cinco años escuché todas las bandas musicales con muchísima atención, me he metido en todas las áreas. Cité a tres grosos de la música, que están como directores musicales: Claudio Brachetta, Daniel Martín y Diego Viale, violinista de Divididos (que es bailarín) y lo metí con la intención de que baje a bailar. La idea es entusiasmar a la gente.

La fiesta dura aproximadamente 70 minutos y dije que no tengo la posibilidad de hacerle un homenaje a cada uno de los artistas, porque necesitaría todo el día. Entonces tuve que seleccionar, pero con mucho argumento. Uno de los primeros  que asomó a esos homenajes póstumos fue la figura de Armando Tejada Gómez, a través de su tema Hay un niño en la calle.

El tema de Con el vino en la piel tiene una metáfora. Estábamos charlando y dije que parece que tengo una copa derramada por dentro y ahí empezamos.

En ese título quiero mostrar que nuestro vino ataca a los cinco sentidos. El aroma, el sabor (vamos a repartir bombones vínicos), el color de escena pasa por toda la trama de colores del vino.

¿Qué rasgos distintivos tiene la música del Acto Central?

Yo quiero irme un poquito más allá de mi viña, de mi surco, de mi grano de uva. Quiero irme más allá. Busqué una música universal.

Seguro habrá más sorpresas…

Hay una cosa muy linda. Queremos recuperar el protagonismo de los artistas. Cuando termine el prólogo, vamos a encender una llama votiva que representará el espíritu del artista de Mendoza y esa llama quedará encendida los tres días. Se apagará la última noche.

¿Cómo es trabajar todo el año con Vendimia?

Yo tuve un concepto a principios de 2016 y eso fue mutando a medida que se acerca la fiesta. El proceso creativo estuvo permanentemente atento a la puesta desde el principio hasta ahora. Los músicos están trabajando desde agosto, el vestuario también.

Lo más difícil es mantener motivado a todo un equipo de trabajo de 50 personas durante más de un año, cuando todos tienen también sus trabajos, sus actividades.

Y en cuanto a los bailarines…

Habrá un elenco de niños. Es la primera vez que vamos a coreografiar en Vendimia a un grupo de niños.

Hay 15 parejas de artistas con discapacidad. Que van a bailar entre ellos y con los demás artistas. La idea es que todos compartan escenario. Nunca había tenido la oportunidad de hacerles un casting a chicos con discapacidad, he charlado con ellos y he aprendido muchísimo.

¿Cómo se encuentra en estos días el equipo de Vendimia?

Tenemos un equipo maravilloso y muy fuerte. Hay que tener los mejores, que puedan decirte cómo hacer las cosas. Siempre surgen cosas nuevas y las incorporamos. Uno es un artista y vive soñando y pensando cosas.