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Cultura se hace cargo del Espacio de la Memoria de Mendoza


La Secretaría de Cultura será desde este miércoles, a las 12, la responsable de coordinar el Espacio de la Memoria, en el edificio del que fue el centro clandestino de detención más grande que tuvo Mendoza, el D2. Ese lugar se transformará en un ámbito de homenaje a las víctimas y de condena a los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el terrorismo de Estado.

Se plantea, además, como un ámbito de referencia nacional e internacional de políticas públicas de memoria, de promoción de valores democráticos y de defensa de los derechos humanos.

Noelia Santino, quien será la responsable de este espacio, destacó la importancia de realizar actividades que permitan concientizar sobre los derechos humanos, la memoria, la verdad y la justicia.

La historia

El ex D2, ubicado en el Palacio Policial, inició su reconocimiento como sitio de la memoria, en el informe de la Conadep, de 1984, en el que se describe una nómina de sitios de detención clandestina en todo el país.

A partir de allí, los organismos de derechos humanos comienzan a indagar sobre el pasado y ex presos políticos a denunciar situaciones que vivieron ahí. En ese momento, no se podía avanzar en obtener autorización para ingresar a los calabozos, pero comienzan a reconstruir historias.

Hasta que comienzan los juicios por la memoria, la verdad y la justicia. Estos fueron de carácter público, donde las víctimas contaban lo que habían vivido en esos centros clandestinos. Desde entonces, se elaboraron numerosos informes, muchos de ellos periodísticos, narrando la historia.

En ese proceso, los organismos de derechos humanos promovieron la apertura del ex D2, como un espacio para la memoria, aunque no existía ninguna legislación.

Durante el primer recorrido al D2, los organismos, acompañados de los funcionarios de la Conadep, descubrieron que una de las celdas se encontraba llena de libros. Entre los que se cayeron al abrir la puerta de hierro, estaba un ejemplar de Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, con las anotaciones y subrayados que Silvia Ontivero le había hecho.

En Mendoza, la idea de abrir el ex D2 como sitio para la memoria comenzó a tener sus avances hace unos años. Hasta que el 24 de marzo de 2013, en el marco del Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, se lo señalizó como uno de los sitios de detención y represión más emblemáticos durante la última dictadura cívico militar.

Este fue el centro clandestino más importante por su rol central en la estructura represiva y lugar donde estuvieron la mayor parte de los detenidos desaparecidos de Mendoza. La iniciativa de señalizar estos espacios data de julio de 2011, cuando se aprobó la Ley Nacional 26.691, que declaró como Sitios de Memoria a todos los lugares que funcionaron como centros de tortura y exterminio. El objetivo principal fue la preservación de estos lugares en todo el país y la transmisión de la memoria histórica de los hechos ocurridos durante el terrorismo de Estado. A lo largo del país hay unos 40 sitios que ya fueron identificados.

El 24 de marzo de 2014, el Gobierno anunció que el ex centro clandestino de detenciones de la dictadura conocido como ex D2 sería refuncionalizado como un sitio para la memoria y que las áreas de gestión en derechos humanos se trasladarían a esas oficinas.