Día Mundial del Agua: el EPAS difunde la importancia de las aguas residuales
Para el Día Mundial del Agua, en 2017, Naciones Unidas eligió el lema “Agua y agua residual”, poniendo el foco en un aspecto del tema que generalmente es poco difundido. Pozos sépticos, cloacas, depuración de efluentes no son atractivos para darles difusión pero su existencia es fundamental para la salud humana y el medio ambiente.
El Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) informó sobre los aspectos principales de esta problemática.
Aguas residuales
Se llama así al agua contaminada por el uso en diversas actividades. En el caso del uso de agua potable, pierde su condición microbiológica “segura”. Pueden ser aguas domiciliarias –que llevan microorganismos patógenos, jabones, detergentes– o industriales, que llevan hidrocarburos, metales, ácidos, materias orgánicas, tinturas, sales, detergentes, etc.
Como sea que se las recolecte y donde sea que sean depositadas, contaminarán si no reciben un adecuado tratamiento que disminuya su carga contaminante, nociva para la salud humana y el ambiente.
Esta es la función que cumplen, con diversos métodos, los establecimientos depuradores. En Mendoza hay 40. Campo Espejo, el primero, fue inaugurado en 1976.
El reúso de aguas residuales
Se llama reúso a la utilización del efluente, convenientemente tratado, para aplicaciones que no requieren de agua segura: riego de zonas verdes (campos deportivos, jardines, áreas paisajísticas), cultivos para madera o forrajeras, limpieza de zonas industriales, calderas y torres de enfriamiento, lavado de vehículos y veredas, uso de sanitarios, líneas de incendio, entre otras.
La escasez de agua dulce (en el planeta es el 3% del agua disponible) está impulsando cada vez más el cambio de mirada sobre los efluentes: antes eran un pasivo a ser eliminado, hoy son un recurso valioso a ser reutilizado.