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El Carrizal recupera su capacidad de almacenamiento


Las obras de ingeniería e hidraúlica realizadas en el embalse El Carrizal consistieron en el recrecimiento del aliviadero, es decir, la construcción en una extensión de 253 m de una estructura de hormigón armado que se inserta en el vertedero actual con un perfil hidráulico compatible, permitiendo de esta manera incrementar el nivel de vertido en 1,50 m. El aliviadero es una estructura hidráulica destinada a permitir el pase del agua en los escurrimientos superficiales y se encuentra ubicada junto al paredón de la presa.

“Hay que pensar que el dique ha perdido gran parte de su capacidad y que ya no estaba cumpliendo con su objetivo de regular el riego en el Este provincial. Había perdido entre un 35 y 38% de la capacidad total del embalse. Ya no podíamos satisfacer la cantidad de volumen que se requiere en primavera para el riego. Tomamos como decisión alargar la vida útil de El Carrizal con una obra de tres etapas y ahora hemos finalizado la primera”, aseguró el Superintendente de Irrigación, José Luis Álvarez.

Los beneficios del aliviadero

El embalse construido en 1971, con un plazo de vida útil de 45 años cumplidos este año, ha disminuido su capacidad de retención por la gran acumulación de sedimentos en la base, lo que afecta de manera directa la distribución del agua en su área de influencia. Esta nueva obra permitirá mejorar las condiciones de riego y mantener, con una proyección a 50 años, la sustentabilidad de 20 mil productores y 99 mil hectáreas que se riegan con agua del Embalse.

“Estas obras nos permitirán tener una planificación mucho más eficiente. Este año hemos tenido que erogar agua sin necesidad porque no teníamos capacidad para guardarla. Hemos estado durante bastante tiempo largando agua por el Río Tunuyán porque al no tener capacidad no podíamos acumularla y después en la primavera nos falta. Una incongruencia que vamos a solucionar y precisamente estamos trabajando para lograr que la capacidad del Embalse le permita a la Subdelegación del Tunuyán Inferior y a las Inspecciones de Cauce y a todos los productores, planificar de manera más adecuada los turnos de riego y realmente poder volver a los cultivos de invierno, algo que se ha perdido en la zona Este”, explicó Álvarez.

Etapas de la obra

La primera etapa de elevación de la altura original del vertedero, trabajo que consistió en el aumento en 50 hectómetros cúbicos de la capacidad total de El Carrizal (es decir cada hectómetro cúbico es un cubo de 100 metros de lado), comenzó a desarrollarse en el mes de agosto del año pasado y finalizó en el mes de enero de 2016, demandando una inversión de $16 millones.

En el mes de abril, en tanto, se licitará la realización de la segunda etapa y en setiembre la tercera. “La segunda obra consiste en la re instrumentación de toda la presa. Todas las presas de la provincia poseen un sistema de monitoreo y control permanente y de eso se trata esta etapa. Y la tercera en tanto, es la construcción de una trampa de sólidos aguas arriba, es decir muros de contención para que no sigan ingresando los sólidos que llegan con el agua y de esta manera aumentar la vida útil de El Carrizal a por lo menos 50 años más”, sostuvo Álvarez.

Los fondos para culminar las 3 etapas surgen de la Ley provincial de Aguas Claras y la inversión final será de $27 millones.“Llegaremos a la nueva cuota en el mes de agosto. Quiere decir que para la próxima primavera, los productores de la zona Este van a tener la posibilidad de irrigar de manera mucho más ordenada las hectáreas que tienen a su cargo”,comentó el Superintendente.

El embalse

El Carrizal regula el caudal proveniente del río Tunuyán Superior y lo distribuye para riego de los 5 Departamentos del Este a través de la cuenca del Tunuyán inferior y de una extensa red de canales; lo comparten Luján y Rivadavia. Comenzó a construirse en 1965 y fue habilitado en 1971, con una capacidad máxima de 390 hectómetros cúbicos de agua para riego. Con el paso del tiempo y la acumulación de sedimentos, ese volumen se redujo un 30% hasta los 275 hm3.

Con las obras en El Carrizal, habrá mayor volumen de agua, lo cual permite distribuir de acuerdo a la demanda durante al menos 30 años más. Se trata de  beneficiar en forma concreta a más de 20 mil productores; se preservará el acuífero subterráneo; habrá mayor capacidad de almacenamiento, lo que implica mayor flexibilidad y distribución. Además, la mejora de la vida útil del embalse redunda en la atracción de inversiones; ya que permite mejoras en la calidad del agua y mejor adaptación al cambio climático.