En el Sur de la provincia se realizó el primer taller de turismo rural
Organizado por el Ente de Turismo de Mendoza, en el marco del Plan Provincial de Turismo Rural que recorre toda la provincia, se realizó el primer Taller de Turismo Rural, trabajo que se lleva a cabo en conjunto con el IDR, el INTA y la UNCuyo.
En esta ocasión, autoridades del Ente de Turismo y del IDR visitaron los departamentos de la zona sur de Mendoza, ya que se hace hincapié especialmente en los territorios que han demostrado interés en desarrollar este tipo de turismo.
El director de Calidad y Servicios Turísticos, Marcelo Reynoso, el delegado de la Zona Sur del Ente Provincial, Federico Zamarbide, Alejandro Martínez, del EMETUR, y Lucía Pannocchia y Flavia Dalmau, del IDR, fueron coordinadores del taller. Los acompañaron en cada caso, funcionarios municipales de los tres departamentos. Alejandro Limas, gerente general del IDR, se sumó al encuentro organizado en San Rafael.
De las jornadas participaron emprendedores, cuya actividad principal está ligada a la producción primaria o secundaria y que ven en el turismo una mejora o diversificación económica, y prestan servicios complementarios.
En esta etapa de diagnóstico, se comenzó con un relevamiento de proyectos de Turismo Rural en funcionamiento y se realizaron Foros Territoriales con el objetivo de relevar el “ADN” del territorio donde se desarrollan estas actividades.
En la oportunidad, se pusieron en valor los proyectos de rutas de Turismo Rural que se pueden desarrollar en cada departamento de acuerdo a su vocación e identidad territorial, recursos y atractivos turísticos. En el caso de General Alvear, exaltando los valores de las colonias de inmigrantes, en San Rafael las particularidades territoriales y su vínculo con los atractivos clásicos del departamento y en Malargüe, con la vida en el secano y la crianza de caprinos.
Valor agregado
“Es importante destacar que el Turismo Rural es fundamental para el desarrollo y sostenimiento de los minifundios en los oasis. Las unidades productivas menores de 20 hectáreas tienen enormes dificultades de rentabilidad, frente a la concentración de la producción agrícola”.
“ Actividades que brindan la posibilidad de darle valor agregado a la producción y a los objetivos de mujeres y jóvenes en el campo, son un aporte valioso para el sostenimiento de pequeñas unidades productivas. Desde hace 8 años el Estado estaba ausente en el planteamiento de la actividad turística en la ruralidad agrícola. Fue notable el interés de los asistentes por retomar la senda de trabajo abierta con este primer encuentro”, destacó Marcelo Reynoso.