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Felipe Staiti: “Los libros y la música son las cosas lindas que se comparten”


Felipe Staiti lanzará su primer trabajo literario, este viernes, a las 21, en la Sala Violeta del Espacio Cultural Julio Le Parc. El guitarrista de los Enanitos Verdes conversó con el equipo de prensa de la Secretaría de Cultura acerca de su nueva faceta como escritor.

¿De qué trata Cuando Zappa conoció a Borges y otros cuentos?

Es una recopilación de cuentos que conviven bajo el nombre de uno de ellos. Es apropiado, porque Zappa representa la música y Borges las letras. Me identifica este “encuentro”, de alguna manera. Son relatos no muy extensos, más cercanos a lo fantástico, que, bien sabemos, todo lo fantástico se alimenta de la realidad. Entonces, si bien el nombre es a veces indicador de importancia entre los demás títulos, no es este el caso. Para mí, todos estos cuentos tienen algo que desnuda el ser interior y les pone palabras a esos seres que nos cohabitan, los miedos, las traiciones, la ingenuidad, etc.

¿Cómo comenzó tu afición por escribir?

Creo que es una batalla, en muchos casos, a la soledad. Es quizás ambiguo o irónico decirlo así, porque uno necesita estar solo para escribir, pero en el acto de la escritura está la compañía. Lo mismo pasa al escribir canciones, hacer música, necesitás estar solo.

A veces, en una canción no hay suficiente espacio para decir todo lo que se quiere decir, entonces el brote del relato aparece, hasta con más libertad. No está regido por métricas, compases y demás condicionantes que el formato de canción envuelve. Hacer una canción es un desafío, escribir cuentos es un desafío. En definitiva, es abrir las alas y tratar de volar alto.

¿Qué te impulsó a lanzar el libro?

Mis allegados fueron los más instigadores en decirme que tenía que ponerlos en formato de libro. Darles un mejor destino que el de las hojas A4 metidas en un sobre marrón oficio. Una estética más acorde a lo que les producía al leerlos. Charlando un día con Diego Gareca -secretario de Cultura de la provincia-, le conté de los cuentos y, sin dudarlo, me ofreció todo el aparato para editarlo, con Ediciones Culturales. Animado, también, por Alejandro Frías -coordinador de Ediciones Culturales-, que ya había tenido contacto con alguno de mis cuentos.

La cosa es que me gustan las ilustraciones y lo invité a Mariano Ruszaj a que ilustrara los relatos con total libertad. La vuelta que tuve de su parte fue genial. Así se completó la idea que tenía en mente respecto a cómo esa fantasía del relato se sostiene también por la ilustración.

¿Qué expectativas tenés con el libro?

La expectativa siempre es amplia. Fundamentalmente, compartir. Los libros y la música son las cosas lindas que se comparten con los amigos, o con los no amigos, pero hacen del mundo un lugar más cómodo para estar.

¿Qué esperas generar en los lectores?

No lo he intelectualizado. Las cosas como le llegan a la gente es patrimonio del que lo recibe. No sé, creo que contarles una historia para salir de una realidad cotidiana, para viajar a un lugar de cuento, es suficiente. Lo más lindo de todo esto es que, por lo general, tanto el que lee como el que escucha una canción interpreta según su mirada lo que está sintiendo. Ahí es donde la obra cobra sentido y se completa.

¿Cómo fue el trabajo con Mariano Ruszaj para ilustrar los cuentos?

A Mariano tengo la fortuna de conocerlo desde hace algún tiempo. Él hizo la portada del disco que hice con el trío y también la de Inéditos de los Enanos. Me parece un artista inmenso. Le comenté la idea del libro y me aboqué a mandarle los cuentos. La cosa es que le encantaron las historias y me empezó a mandar las ilustraciones geniales que componen este libro.

Esto pasó creo que hace algo así como dos años. Ahora, esas hojas A4 en el sobre marrón oficio estaban acompañadas por estos dibujos increíbles. Ya el embrión del libro evolucionaba. Él es un apasionado y le pone el corazón a su trabajo. Digamos que la ilustración que trajo está en perfecta comunión con los cuentos.

¿Este es el primero de muchos libros?

¡Ojalá!