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Fueron arregladas las calles de Cápiz destruidas por las inundaciones


La Dirección de Hidráulica del Gobierno provincial finalizó con las reparaciones de los caminos y canales, mientras continúa  proyectando modificaciones sustanciales para dar solución definitiva a los pobladores del lugar.

Dos calles principales para acceder a la localidad sancarlina de Cápiz habían quedado prácticamente inutilizables tras las grandes inundaciones que la afectaron el año pasado.

La Dirección de Hidráulica y la Dirección de Vialidad realizaron diversos trabajos sobre las calles Baños y El Badén del paraje rural de San Carlos, muy dañadas luego de las inundaciones registradas, por lo que Hidráulica reconstruyó cauces, canales y calles.

Las obras sobre la calle El Badén ya fueron finalizadas: por el estado comprometido en que se encontraba este camino, se realizaron importantes trabajos dar otorgar mayor prevención al momento de otra crecida. Por un tiempo, el tránsito por esta calle de acceso estuvo prohibido, ya que la vía de tierra había quedado reducida a la mitad y hacia abajo se abría un barranco con una altura no menor de siete metros.

En esta ocasión, los trabajos fueron reafirmados con la colocación de grandes piedras para que el costado de la calle no pueda deteriorarse rápidamente por el arrastre de las crecientes. La obra, que demandó alrededor de ocho meses de trabajo, tuvo una inversión aproximada de $1.000.000.

Los trabajos continúan y desde Hidráulica advierten que este tipo de acciones no son la solución definitiva pero permiten la circulación de personas y vehículos por la zona. Indican que la solución estructural debe generarse a partir de un ordenamiento del uso del suelo, regulando la ocupación que se haga de estas tierras y concientizando a la sociedad del riesgo presente en la zona.

Un problema de más de diez años

Desde hace varios años, pobladores de Cápiz sufren de grandes inundaciones: en 2011, la crecida del río seco Divisadero Negro inundó viviendas, se llevó animales y acabó con un emprendimiento privado de piscicultura, al matar  más de 300 mil peces. Algo similar ocurrió con una de las lluvias de marzo de 2012, y la situación fue peor a fines de 2013, cuando las aguas alcanzaron la escuela, el centro de salud, la subestación eléctrica y llegaron hasta el barrio del lugar. El año pasado, una nueva creciente inundó alrededor de 40 viviendas y destruyó las calles de circulación y acceso al distrito sancarlino.

“Cápiz está en un pozo, rodeado de serranías con pendientes distintas. Llegan hasta el lugar tres arroyos: desde el este el Divisadero Negro, desde el oeste el arroyo San Carlos y desde el sur el Antepal. Sumado a que la zona es un pozo, el agua no se filtra y la profundidad del nivel freático es muy baja”, explicó David Cangialosi director de Hidráulica.

Según dijeron desde el organismo provincial, esta es la principal causa por la que el distrito de San Carlos ha padecido las inundaciones una y otra vez. A la par, las autoridades advierten que esta situación debió haber sido abordada hace años pero planificando que el distrito sancarlino no se desarrollara sobre estas zonas de ciénagas, es decir limitando la ocupación.

Zona de pantanos

“Naturalmente es una zona de pantanos, por ello el año pasado le pedimos al intendente de San Carlos que frenara la ocupación de estas tierras, ya sea por parte de la población o desde la producción agrícola”, especificó Cangialosi. Hacía referencia al informe emitido por la Universidad de Ciencias Agrarias, donde se especifica que el nivel freático de estas tierras se encuentra como máximo a 50 centímetros, lo que significa que el agua está muy cerca y por eso no filtra.

Paralelamente, el desvío artificial del curso natural de los arroyos ha ocasionado que algunas zonas pobladas se inunden con crecientes cada vez más agresivas. La solución a esta situación, según explican los técnicos de la Dirección de Hidráulica, es volver al trazado natural de los cauces, claro que para eso se deben buscar pruebas reales sobre la traza original de los cauces, expropiar algunas tierras o tener el permiso de los ciudadanos para utilizar una porción de la propiedad.

No hay pruebas certeras sobre las alteraciones que fueron realizándose sobre los cauces naturales. “Hay un plano del Instituto Geográfico Militar de 1945 que muestra por dónde iba el principal cauce que ha sido modificado y, según esta información, para restablecerlo hay que expropiar tierras o tener el permiso de los dueños para utilizar algunas parcelas de las propiedades”, sintetizó el director de Hidráulica. Además, informó que han enviado a la Legislatura provincial  un proyecto de ley pero que se intenta llegar a un acuerdo con algunos propietarios de fincas.