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La devoción a la Virgen del Socavón fue parte de los festejos del 20° Carnaval boliviano


Con una misa, ayer martes, en la Iglesia Nuestra Señora de la Consolata, comenzó esta tradicional celebración de devoción a la Virgen del Socavón. Posteriormente, miembros de la colectividad boliviana y fieles fueron en procesión desde el templo hasta el Espacio Cultural Julio Le Parc, de Guaymallén.

La Virgen del Socavón fue acompañada por las vírgenes de Copacabana y de Urkupiña y seguidas también por grupos de sayas y pandillas. Además, participaron los conjuntos musicales Yaku’jina y Picaflores del Sur (tajireños).

Esta propuesta, organizada por la Asociación Civil Integración Boliviana, ha sido declarada de interés provincial, cultural, turístico y legislativo por la Cámara de Senadores.

En 2001, la Unesco proclama al Carnaval de Oruro como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, ya que se considera una fiesta del pueblo que se mantiene vigente desde los antiguos ancestros, que hicieron de ella una de las mayores celebraciones de la cultura boliviana.

Centro de referencia

El secretario de Cultura, Diego Gareca, participó en la celebración destacando que esta es “la primera vez que la comunidad boliviana, que se encuentra muy cerca del Espacio Cultural, tiene la posibilidad de usar las instalaciones. Esto tiene que ver con la propuesta que venimos planteando desde principio de año: abrir Le Parc a los vecinos de los alrededores. Parte de ese plan fue la Colonia de Verano para los chicos de la zona”.

En relación con el festejo, el funcionario, agregó que “estas agrupaciones y la comunidad boliviana tienen una impronta cultural muy importante y estas celebraciones permiten mostrar y difundir su música, danzas y su gastronomía, en definitiva, sus tradiciones. Ayer, en la celebración de Carnaval estaban presentes los vecinos, a los que les ofrecimos distintas propuestas y que respondieron con su presencia. Eso es en definitiva lo que buscamos, que Le Parc sea un centro de referencia para este tipo de acciones”.

Por su parte, Edwin Pérez, a cargo de la organización, comentó que es “una gran alegría poder presentarle a Mendoza la cultura de nuestro pueblo. Es una bendición que estos bailarines se nos unan en la procesión, ya que a pesar del calor nos han acompañado a lo largo de las 12 cuadras. Participaron alrededor de 18 agrupaciones culturales, entre morenadas, tinkus y sayas, donde cada una se presenta con sus vestimentas y colorido, con sus particularidades en las danzas y la música. En estos carnavales celebramos el legado cultural de nuestro pueblo. Aquí hay bailando cuatro generaciones de familias y es un orgullo para nosotros”.

Fervor religioso y celebración de Carnaval

La procesión comenzó en la calle Correa Saá hasta Allayme, Malvinas Argentinas y Rafael Obligado y finalizó ingresando por Soler al Espacio Cultural.

Las imágenes fueron entronizadas en un altar preparado especialmente para la ocasión, donde las agrupaciones realizaron sus ofrendas, hicieron sus peticiones, danzaron y cantaron manifestando su arte a pleno.

La Asociación Civil Integración Boliviana organiza esta festividad desde hace siete años, una celebración religiosa y costumbrista que cada año cobra mayor trascendencia y difusión cultural.

El legado cultural de un pueblo

Alicia Tapia es una auténtica embajadora. Junto a Antonieta Quispe, fundó la Morenada Virgen del Socavón, una agrupación que lleva los colores, la tradición y la expresión cultural de todo un pueblo.

Ella forma parte de las primeras generaciones de bolivianos que llegaron y echaron raíces en nuestra provincia. Alicia continúa participando de una festividad que tomó tiempo fortalecer.

Al respecto de esa construcción colectiva, comentó: “Hace unos años, muchos de nuestros jóvenes bailaban para los carnavales, pero sólo para participar en competencias donde se les ofrecía dinero. Entonces, nosotros conformamos la Asociación Civil Integración Boliviana. Desde hace veinte años, venimos llevando adelante este carnaval. En un primer momento lo hacíamos callejero, pero siempre se presentaban dificultades, por eso lo trasladamos a una cancha cerrada. Se nos hacía muy dificultoso por los costos y tuvimos que volver a las calles, pero siempre teníamos que sufrir que nuestros jóvenes se fueran a otras competencias y quedábamos huérfanos”.

Con los años, la agrupación logró traer, desde Bolivia, una figura de la Virgen del Socavón y, según cuenta Alicia, fue para que la juventud volviera al verdadero sentido del carnaval, que es pagano, pero también religioso.

“El nuestro fue un trabajo muy duro y de mucho esfuerzo, pero hoy podemos decir que logramos integrar a los viejos, a los padres, los hijos, los nietos y los bisnietos, porque son nuestra propia descendencia. Es así como nosotros conformamos la primera morenada de la provincia, incentivando a que toda nuestra comunidad se sume para mantener tradiciones”, dijo para finalizar.