Estado de las rutas y del tiempo en Mendoza

Megajuicio: continúan los testimonios de la defensa


Este martes continuó la etapa testimonial de la defensa de los imputados por la Megacausa. De esta manera, en la sala debate del TOF Nº1 dieron testimonio Rubén Armando González y el exoficial imputado, Antonio Indalecio Garro.

Por una parte Rubén González, fue el testigo ofrecido por la defensa del ex oficial del Servicio Penitenciario, Oscar Alberto Bianchi. El testigo expresó al Tribunal que ingresó en 1977 al Penal de Boulogne Sur Mer por intermedio de su padre y que desempeñó funciones en la Guardia.

En defensa de Bianchi el testigo desestimó las acusaciones que recaen en su contra al considerar que el imputado “era encargado de Alcaldía y cumplía funciones administrativas por lo cual era imposible que haya estado con los detenidos”. En este sentido afirmó que el Pabellón destinado a presos políticos se encontraba “bajo mando del Ejército y la Gendarmería” y que sólo tomó conocimiento sobre las denuncias de torturas y malos tratos en aquella dependencia “con posterioridad y por comentarios de su padre”.

Por otra parte, amplió su declaración el ex oficial de la Comisaría 7ma de Godoy Cruz, Antonio Indalecio Garro. En su relato se defendió de las acusaciones en su contra y refirió a la causa que lo involucra a la detención ilegal y tortura padecida por Pablo Seydell, Luis Moretti y Francisco Amaya. Acusado por privación ilegitima de la libertad y tortura, el imputado declaró ante el Tribunal “no haber tenido contacto con las personas que lo acusan”.

En su defensa mencionó que al momento de los hechos por los cuales está siendo juzgado, se desempeñaba como oficial subayudante y se encontraba cumpliendo una sanción disciplinaria por acumulación de faltas vinculadas a su mala conducta, y afirmó que este hecho “no tiene incidencia en la acusación por la que se lo imputa”.

Garro egresó en 1974 de la Escuela de Policías de Mendoza. En su testimonio declaró que en el año 1976 realizó un curso de lucha contra la subversión que duró tres días. A pesar de la nomenclatura de dicho curso, el imputado argumentó que la formación se basaba en “tácticas policiales” y que consistía “solo en saber de qué manera se manejaba la subversión”. Según Garro, el curso fue impartido por oficiales –cuyos nombres no recordó- y los suboficiales que asistieron “fueron convocados por sus superiores”.

El acusado negó la existencia de salas de tortura en la Comisaría 7ma de Godoy Cruz y en el Centro Clandestino de Detención D2, y también negó que haya existido algún tipo de vinculación entre esos centros clandestinos de detención. Sobre esto aseguró: “Fui tan desorejado que no prestaba atención si había una actividad paralela en la comisaría. Jamás trasladé a nadie a ningún cuarto, oficina o un lugar de torturas”.

Las testimoniales continúan el miércoles 09 de septiembre a las 11.30, en el primer piso del Tribunal Oral Federal Nº1.