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Salud presentó trabajo sobre Retinopatía del Prematuro


En el marco de las actividades del 37º Congreso Argentino de Pediatría, el Ministerio de Salud de la provincia participó de la 14ª Jornada Nacional de Prevención de la Retinopatía del Prematuro (ROP); que en la mayoría de los casos es una enfermedad prevenible.

En esta oportunidad estuvieron presentes especialistas nacionales e internacionales, actualizándose en prevención, nuevos tratamientos y se presentaron las nuevas Guías de Práctica Clínica en el manejo de la enfermedad.

En los últimos 10 años, los casos graves de ROP han disminuido un 40% a nivel nacional. Por otra parte, el porcentaje de niños ciegos o disminuidos visuales por ROP matriculados en las Escuelas de Educación Especial se redujo en el mismo plazo del 50% al 27 %. No obstante,  todavía el 30% de los prematuros nacidos con menos de 1.500 gr. de peso presentan actualmente algún grado de ROP y el 9% de ellos requieren tratamiento.

Al respecto, la directora de Maternidad e Infancia, Mónica Rinaldi, explicó: “Se hizo hincapié en la importancia de la estimulación visual precoz de los pacientes con algún grado de retinopatía, inclusive antes del egreso hospitalario. La misma permitiría un mejor desarrollo visual, psicomotor y adquisición de pautas madurativas, además de lograr la inserción de los niños en el medio educativo”.

La profesional destacó que “En nuestra provincia los resultados son alentadores, ya que en el Hospital Lagomaggiore se registran las mejores cifras del país. La enfermedad que en promedio afecta al 30% de los menores de 1.500 gramos, allí se presenta sólo en el 20% y requiere tratamiento exclusivamente en el 0,8% de los casos.

¿Cómo se logran estos resultados?

Rinaldi hizo hincapié  en que los logros son el resultado de un trabajo en equipo que comienza desde que la mamá está embarazada. “Ante el nacimiento inminente de un bebé prematuro los obstetras realizan una intervención muy sencilla, pero muy importante que es la maduración pulmonar con corticoides, esto hace que la gravedad de los problemas respiratorios sea más leve y requiera oxígeno por menos tiempo. Ya en neonatología enfermeros, médicos y padres tienen un rol fundamental, además del especialista en oftalmología”, puntualizó la directora de Maternidad.

Para finalizar, Mónica Rinaldi, manifestó que: “la Retinopatía del Prematuro es uno de los indicadores más importantes de calidad de atención neonatal y nuestra provincia trabaja incansablemente para que todos los bebés puedan alcanzar el máximo de  sus capacidades.

La importancia de los padres en la prevención de la enfermedad

Los papás que tienen derecho a acompañar en todo momento a su bebé internado deben conocer y pedirle al médico y la enfermera que se cumplan con todas las pautas de prevención y tratamiento recomendadas.

¿Cuáles son esas pautas?

  • Todo bebé prematuro que recibe oxígeno debe contar con un saturómetro en forma permanente para poder detectar los casos de hiperoxia (exceso de oxígeno) o fluctuaciones en la oxigenación.
  • Exigir el control de fondo de ojos siempre antes del alta en todos los bebés menores de 1.500 gramos o menores de 32 semanas y en aquellos prematuros mayores que hayan necesitado oxígeno o hayan tenido complicaciones.
  • Pedir que se les haga estimulación visual, desde la internación neonatal y llevar al bebé además de los controles pediátricos al oftalmólogo las veces que lo requiera el especialista”

La enfermedad

La Retinopatía del Prematuro es una enfermedad ocular provocada por una alteración en la retina, que puede llevar a la pérdida parcial o total de la visión del recién nacido. El cuadro se produce cuando un niño que nació prematuro recibe oxígeno o presenta otros factores de riesgo. Cuanto menores son la edad gestacional o el peso al nacer de un bebé, mayor es el riesgo que tiene de padecer ROP.

En la mayoría de los casos la ROP es prevenible por medio de una adecuada atención en los Servicios de Neonatología, mediante el control riguroso de los factores que aumentan el riesgo de la enfermedad, como la administración de oxígeno, las infecciones y la inadecuada nutrición de los niños prematuros.

Es fundamental que las familias y la comunidad sepan que todo niño nacido prematuramente  y especialmente  con menos de 1.500 g de peso, debe ser controlado frecuentemente –desde la internación y también después del alta– por un oftalmólogo. Este profesional es el único que puede diagnosticar y tratar la enfermedad en el momento oportuno, habitualmente con rayos láser.  Por otra parte, aquellos niños en los que persista algún grado de disminución visual –ya sea leve o grave– deben acceder tempranamente a la estimulación visual y a la educación formal, especial o común.