Turismo, presente en el concierto de la Orquesta Filarmónica en el CCK
El Ente Mendoza Turismo (Emetur) participó, junto a la reina nacional de la Vendimia 2017, Victoria Colovatti, en el concierto que brindó la Orquesta Filarmónica de Mendoza en el Centro Cultural Kirchner. Allí, representantes del Emetur y la soberana vendimial entregaron merchandising e invitaron a los presentes a visitar la provincia.
Además de la embajadora del vino, estuvieron presentes el secretario de Cultura, Diego Gareca; el vicepresidente del Emetur, Lucas Quesada, y funcionarios de Turismo y Cultura de la provincia.
Este fue el primer viaje de Victoria como reina de la Vendimia. La joven fue la encargada de dar la bienvenida a operadores turísticos, funcionarios nacionales, prensa y público general. La maipucina destacó la alegría que le produce poder participar de estos eventos y representar a Mendoza en Argentina.
Durante las ferias o eventos, uno de los grandes atractivos que tiene la provincia a la hora de promocionarse turísticamente es la reina nacional de la Vendimia, ya que con sus atributos logra un magnetismo único con el público. Por eso que en esta oportunidad fue la gran consultada sobre toda la oferta que tiene Mendoza.
En su mayoría, las preguntas fueron sobre las actividades que se pueden realizar en la provincia durante las próximas vacaciones de invierno. Nieve, aventura, gastronomía y vino, fueron las consultas principales del público.
El vicepresidente del Emetur, Lucas Quesada, destacó la participación en el concierto. “Este es un evento sumamente convocante que atrae a un público muy interesante, lo que nos permite mostrar nuestra oferta más variada de actividades para realizar en toda la provincia Mendoza, en otoño e invierno”.
Este fue uno de los viajes más grandes que ha tenido la Filarmónica, dado que, por el repertorio, viajó la orquesta completa, integrada por 74 personas, más su director y personal de apoyo. Además, el espectáculo contó con Matías Longo en violonchelo como solista.
La sala donde se realizó el concierto se denomina “La ballena azul”. Recibe este nombre por su forma, similar a un inmenso globo o a un zepelín de concreto, que es contenido por una inmensa malla metálica y que está suspendido del techo y apoyado en unas pequeñas patas, para evitar que las vibraciones de los autos y el subterráneo, que llegan hasta la puerta del edificio, interfieran en el sonido de la sala, cuyas condiciones acústicas son impecables.