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Violencia de género: para que ocurra un femicidio hay antecedentes de machismo


Hay 2.128 casos de mujeres en situación de violencia asentadas en el Registro Único de Casos de la Dirección de Género y Diversidad entre enero y noviembre de este año. El 63% comprometió a mujeres entre 25 y 44 años, y los agresores casualmente mantienen el mismo porcentaje y la misma edad. Casi el 45% de ellos son la pareja actual y el 40% son la ex-pareja, mientras que el 15% son padres, hermanos, hijos, entre otras relaciones. El 50% de las mujeres comparten vivienda y casi la otra mitad (44%) no viven bajo el mismo techo.

Estas son algunas de las estadísticas que comienzan a moldear la magnitud de la problemática de violencia de género en Mendoza. Para que ocurra un femicidio, hay antecedentes de machismo, indican desde la Dirección de Género y Diversidad, que también sostiene que las mujeres piensan poder controlar situaciones de violencia en el futuro porque lo pudieron hacer en el pasado.

Una alerta básica es tener en cuenta si hay armas en la casa o fue utilizada una herramienta punzante o cualquier objeto doméstico para poner en riesgo la integridad física de la mujer. Esta situación es de alerta roja.

Más de allá de prevenir, hoy se apunta a que las nuevas generaciones construyan relaciones basadas en la confianza, la igualdad y el respeto.

Por eso, la Provincia trabaja sobre prevención de violencia en el noviazgo mediante una obra de teatro que recorrió el territorio de Mendoza. Aborda con humor las problemáticas básicas, como el control en la pareja, el amor como sinónimo de celos (me cela porque me quiere) y el amor como equivalente a ser propiedad del otro.

Precisamente, el desafío de la sociedad actual se centra en construir varones libres de tener una posición siempre de control y de dominio, más seguros de sí mismos, donde el amor también pase por poder ver a la otra persona disfrutar, ser feliz. Es aquí donde aparece también el fenómeno de la competencia, que en generaciones anteriores no era tan fuerte.

El gran desafío es la educación. No hay que olvidar que este es un problema estructural y de origen cultural, que se sustenta con violencia y desigualdad en distintas expresiones: económica, física y psicológica. No obstante, no es propio de la naturaleza humana, es propio de una construcción cultural que como sociedad hemos potenciado. Por eso la buena noticia es que así como se construyó, se puede reconstruir.

En la pareja también se construye, a partir de la confianza y amando a la otra persona, aceptándola, compartiendo cosas lindas, buscando momentos de encuentro. De todos modos, la confianza se construye, no se promete. Acompañar a la juventud con educación es una de los pilares para generar relaciones más sanas entre la mujer y el hombre.

Cómo tratar a varones que ejercen violencia

Hoy se desarrolla una capacitación sobre cómo tratar a las mujeres que sufrieron violencia de género y también el abordaje a los varones.

Los expertos llegaron desde Buenos Aires y de Chile. Se trata de la psicóloga Susana Galarza, quien trabaja en la oficina de violencia doméstica del Estado nacional. También brindará su perspectiva Rubén Arenas, quien se enfocará en el abordaje a varones que ejercen violencia, tanto con sus actuales parejas como con su ex-parejas. Arenas es psicólogo del Servicio nacional de la mujer y equidad de género de Chile.

Participan profesionales y técnicos de la salud mental del ámbito público en sus distintas instancias. Se calcula una participación de 150 personas y está organizado por el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, coordinado por la Dirección de Género y Diversidad.